Cancún: Viajando por la Riviera Maya (parte II)

Continuamos conociendo la Riviera Maya, regresamos a Tulum. En donde les cuento que tuve la peor experiencia realizando snorkel en mi vida. Ahí es donde me di cuenta que la edición de fotos hace milagros. No es nada maravilloso, ni tampoco el lugar más hermoso. El mar parece estar muerto, no hay tanto color como el que se muestra en las fotografías. Y el precio que se paga no lo vale en lo absoluto. Aparte de que tienes que pagar una clase de impuesto si es que decides entrar con cámara. Por favor, eso ya es un robo, otra manera de hacer dinero. Y la atención que te ofrecen los trabajadores del lugar, es nefasta. La gente es déspota y mal agradecida. 


Posterior a ello, visitamos el Cenote Azul, otra maravilla de aguas frescas y cristalinas. Aquí puedes pasar nadando el tiempo que gustes. Te ofrecen salvavidas por simple precaución, pero es decisión tuya hacer uso de el. También, entramos al acuario ubicado en la quinta avenida, dentro de la plaza corazón. Nada sorprendente, demasiado pequeño y ostentoso.




Al otro lado de la Riviera Maya nos quedaba recorrer Cancún. Déjenme decirles que lo primero que quise hacer al llegar, era comprobar que Cancún cuenta con la arena más blanca que puedes encontrar en las playas, y que es tan blanca que hasta parece talco. Por años escuché hablar de ello. Pero al llegar a las playas de Cancún, me di cuenta que era mentira. La arena era como color beige; lo que logró sorprenderme, es que no quema al caminar descalzo, está fría y es muy suave.


La parte más colorida que llegué a ver de Cancún, fue la avenida en dónde se encontraban los antros y el pequeño mercadito de artesanías. En donde entramos a un Hard Rock, el diseño es impresionante, la comida del lugar no tanto. Podría asegurar que Carl´s Jr es mucho mejor y a un menor precio. Visitamos La Isla, un centro comercial que alude a la ciudad de Venecia. El diseño del lugar me resultó encantador, la mayoría de los restaurantes que se encuentran en la plaza, están a la orilla del mar.

En cuanto a la comida. Era difícil encontrar un lugar que valiera la pena. No soy de escatimar en precios, mucho menos a la hora de comer. Pero no me agrada la idea de pagar por algo que no vale la pena, lamentablemente hallar un sitio con buena comida era una tarea muy complicada. 


Recuerdo que al primer restaurante al que fui en Playa del Carmen, fue el Ristorante Da Bruno. Es un comedor italiano con un ambiente casual que decepciona, lo suficiente para decir que comí los peores ravioles con espinaca de mi vida. Mas, Ipanemas Grill, Brazilian Steak House se convirtió en uno de mis favoritos, junto con el agua de maracuya y piña horneada con canela que sirven el restaurante. La mejor explosión de sabores en algo tan sencillo. Realmente deseaba comer algo típico, pero en Cancún y Playa del Carmen la comida es insulsa y lo más típico que llegué he encontrar fueron las marquesitas, básicamente un crepa dorada. Algo realmente bueno. 


Y bueno, el viaje por la Riviera Maya finalizó. Habiámos caminado mucho, andamos en combi, habíamos utilizado el ferry y el catamarán. Disfrutado del día, la noche y la madrugada. En fin, en cualquier caso esto fue un viaje más, una experiencia. Hasta el momento no tengo planes de volver, resulta que no se convirtió en un lugar de interés la que yo quiera regresar.

1 comentario

  1. ¿Quieres conocer Tulum pero no sabes como llegar? Primero que nada entra aquí para que conozcas las opciones que tienes para saber Como llegar a Tulum, existe diversas maneras, por ejemplo el servicio del ADO, los colectivos de Playa express y ruta Tulum, or un tour, en auto propio.

    Pero si lo que quieres de verdad es disfrutar del camino y no preocuparte donde estacionar, manejar o estar poco tiempo, lo más recomendable es que adquieras un servicio de Traslado privado a Tulum, con Cancun shuttle Airport una de las mejores agencias de traslado de la ciudad.

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Maira Gall